Drones con explosivos en Apatzingán

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Un video exhibe la ejecución y despegue de vehículos aéreos no tripulados desde un almacén situado en medio de las áreas de cultivo, en la localidad de Los Hoyos, en la región de Apatzingán, Michoacán.

En esa región actualmente está en desarrollo un conflicto entre las facciones “Cárteles Unidos” y “Cártel Jalisco Nueva Generación“, quienes compiten por el dominio del territorio y actividades ilícitas.

En los últimos meses, los drones equipados con materiales explosivos se han incorporado como una táctica dentro de la estrategia de los grupos delictivos, con el fin de expandir su influencia y para llevar a cabo ataques contra las fuerzas federales.

El contenido exhibido en este lugar fue registrado por un dron distinto, employing una cámara que posibilitó la captura de uno de los operativos desde una significativa distancia sin alertar su existencia.

Una persona remitió los vídeos por vía electrónica a diversas organizaciones mediáticas; le atribuye esta acción al conjunto delictivo reconocido como “Los Blancos de Troya”.

El Observatorio de Seguridad Humana de Apatzingán ha estado monitoreando estos tipos de asaltos; recientemente, el 31 de julio, proporcionó la siguiente información:

“Durante las últimas 24 horas se han reportado ataques intermitentes con explosivos lanzados desde drones en la comunidad de El Manzo, sin importar la ampliación de 3 BOI (bases de seguridad) adicionales en la zona de conflicto“, señaló el observatorio.

De autodefensas a crimen organizado

En 2015, el conjunto denominado “Los Blancos de Troya” ganó notoriedad al presentarse a través de publicaciones en plataformas de redes sociales.

En sus comunicados, se autoproclamaron como una facción de autodefensa, declarando su intención de enfrentar el cobro de extorsiones, actos de robo y secuestros.

No obstante, desde el inicio, los supuestos miembros aparecieron en público con sus rostros ocultos y portando armas de gran calibre.

Aunque las autodefensas inicialmente se formaron para confrontar a agrupaciones delictivas como “Los Caballeros Templarios” o “La Familia”, pronto surgieron vínculos con otras pandillas criminales que buscaban controlar actividades ilícitas en la región de Michoacán.

La figura principal de la organización es reconocida como Alejandro Sepúlveda, conocido como “El Jando” o “La Fresa”.

Los datos de inteligencia proporcionados por el Ejército señalan que “Los Blancos de Troya” forman parte de la entidad conocida como “Cárteles Unidos” y estaban preparados para enfrentarse al Cártel Jalisco Nueva Generación.

Fuente: La Silla Rota.