Por: Yeri González | cydnoticias.mx |
Cómo representante de trabajadores mineros, Napoleón Gómez Urrutia ha sumado fracasos y mala fama, el Sindicato Minero en sinónimo de conflicto donde mete las manos.
En Sonora, además de mantener con engaños un conflicto en Cananea, “Napo” tiene una cuenta pendiente por más de 55 millones de dólares con los ex trabajadores mineros.
Gómez Urrutia es impresentable, por eso ahora usa una fachada, hasta ahora poco conocida, de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) que es otro sindicato formado a partir del Sindicato Minero, es decir una extensión de su negocio sindical pero con otro nombre pero los mismos intereses, enriquecerse a costa de los trabajadores.
En Sonora, Gómez Urrutia nombró a un gerente al frente de la CIT Sonora, Mariano Castillo de la Isla un abogado laboral que trabajó defendiendo empresas mineras y después pasó a defender los intereses de “Napillo”.
La mala noticia para Sonora, es que Gómez Urrutia a través de Mariano Castillo han emprendido una cruzada de contaminación del ambiente laboral en los sistemas de agua potable en la entidad.
Recientemente se anunció que la CIT hace trámites para formar un sindicato al interior de la Comisión de Agua de Sonora, y los medios de comunicación locales han identificado de inmediato, que detrás de esto están las manos de Napoleón Gómez Urrutia.
Desde el año pasado Mariano Castillo opera por instrucciones de Gómez Urrutia una estrategia para infiltrarse en los sindicatos de los organismos de agua potable en Sonora.
¿Y cuál es el objetivo?
Cuando Gómez Urrutia mete las manos y sus mandaderos, como Mariano Castillo están detrás, nada bueno se puede esperar.
Tienen un modus operandi, primero se presentan como defensores de los derechos de los trabajadores, convencen a un grupo de ellos de formar un sindicato y los ofrecen ayuda y apoyo, con la promesa de que obtendrán el reconocimiento como agrupación sindical a cambio de que se sumen a la CIT.
Después viene el cobro de factura, las huelgas, los paros en demanda de mejores sueldos etc. todos reclamos válidos, pero usados por la CIT para satisfacer los intereses económicos de Mariano Castillo, el gerente de la CIT en Sonora y de su jefe Napoleón Gómez Urrutia.
¿Ya habrán valorado en Sonora lo que significa darle poder a Gomez Urrutia para que el decida el manejo del agua potable en Sonora donde esta tan escasa?
Deberían pensarlo muy bien.
Con Información de Claro y Directo Mx®
