9 de agosto Día Internacional de los Pueblos Indígenas

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El 9 de agosto de cada año se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, fecha que marca una oportunidad para celebrar estas culturas y conocimientos, reforzando nuevas medidas a implementarse en el contrato social con ellos, enfundándose en los derechos humanos y el respeto a la diversidad cultural, sin ignorar grupos que en muchas ocasiones son considerados como altamente vulnerables.

La fecha fue establecida en la resolución 49/214 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, durante su celebración el 23 de diciembre de 1994, decidiendo que el Día Internacional de los Pueblos Indígenas se celebraría a partir de entonces de forma anual cada 9 de agosto.

La fecha elegida está marcada por el día de la primera reunión del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Poblaciones Indígenas de la Subcomisión de Promoción y Protección de los Derechos Humanos en 1982.

En 1990, la Asamblea General de la ONU proclamó el año de 1993 como el Año Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo.

Desafortunadamente, a día de hoy, las violaciones de los derechos de los pueblos indígenas del mundo han pasado a ser un problema persistente, ya sea a causa del lastre histórico que aún arrastran, por los choques culturales con la sociedad actual, o por el constante cambio con la globalización que se vive.

A lo largo de 90 países existen alrededor de 476 millones de indigenas según estimaciones de la ONU, lo que representa poco más del 5% de la población mundial y, sin embargo, se encuentran entre las poblaciones más desfavorecidas y vulnerables, encontrándose entre el 15% más pobre.

Por ello, las poblaciones autóctonas han buscado durante años el reconocimiento de sus identidades, su forma de vida y el derecho sobre sus territorios tradicionales y recursos naturales

Debido a que cuentan con una herencia que practica formas únicas de relacionarse con la gente y el ambiente, a lo largo de la historia sus derechos han sido fuertemente vulnerados y actualmente se encuentran altamente perjudicados alrededor del mundo.

La comunidad internacional reconoce por ello la necesidad de medidas especiales para proteger sus derechos, sus culturas y formas de vida, sin embargo el cambio ha sido uno lento y poco benéfico para los afectados.

En el mundo, 47% de todas las personas indígenas que trabajan no tiene educación, frente a solo 17% que es representado por personas no indígenas, brecha que supera incluso los preocupantes números que diferencian el privilegio entre hombres y mujeres.

Más del 86% de las personas trabaja en la economía informal, además de tener tres veces más probabilidad de vivir en condiciones de extrema pobreza frente a sus homólogos no indígenas.

México, al ser una nación pluricultural, que en sus raíces se sustenta originalmente en sus pueblos indígenas, debería tener como prioridad un compromiso permanente a su protección y reconocimiento, sin embargo, la realidad que viven estos pueblos en el país es muy distante de ideal.

De 1930 a 2015, la tasa de hablantes de lenguas indígenas nativas, que representa un total de 68 distintas en todo el país, se redujo de forma catastrófica, pasando de 16% a solamente un 6.6%, mostrando el decrecimiento en los esfuerzos de conservación de estas culturas a pesar de su importancia y reiterado compromiso por parte de sus autoridades gubernamentales.

Pobreza, violaciones a las garantías individuales y derechos humanos, rezago educativo y falta de oportunidades de crecimiento social, son solo algunos de los puntos donde México cuenta con una brecha entre su población indígena y no indígena.

Según el informe de medición de pobreza en la población según su pertenencia étnica, publicado en 2018 por el CONEVAL, el 69.5% (aproximadamente 8.4 millones de personas) viven en situación de pobreza, mientras que el 27.9% vive en pobreza extrema.

El mismo informe destaca que en materia educativa, 3.7 millones de indígenas viven con un rezago educativo, 1.9 millones no cuentan con acceso a servicios de salud, 9.4 millones no cuentan con seguridad social, 3.8 millones no cuentan con acceso a la alimentación, y 6.9 millones no cuentan con acceso a los servicios básicos de vivienda.

Fuente: Aristegui Noticias.