Por: Dulce García | cydnoticias.mx |
Históricamente el vello facial masculino se atribuye a la sabiduría, potencia sexual o incluso rebeldía.
Su crecimiento se debe a la estimulación de los poros faciales masculinos por parte de la dihidrotestosterona (DHT), una hormona sexual derivada de la testosterona que afecta al crecimiento del vello facial incluso después de la pubertad. Paradójicamente, ésta es también la hormona culpable de la calvicie.
Para tener un adecuado cuidado de la barba, es conveniente recortarla, realizando esta labor con navajas, rastrillos o rasuradoras eléctricas, por lo que es muy importante tener los instrumentos higiénicos y afilados.
En cualquiera de los casos, la frecuencia con la que debes cambiar tu rastrillo depende de qué tanto lo uses así como del grosor del vello facial, por lo que los expertos recomiendan para un buen afeitado:
- Reemplazarlo luego de 10 usos como máximo.
- Usar el mismo rastrillo entre 5 y 7 veces antes de desecharlo.
Considera que con cada afeitada la navaja va perdiendo efectividad y si ya está muy desgastada puede provocar daños a la piel, lo que puede favorecer contraer infecciones cutáneas a causa de la proliferación de bacterias y piel muerta.
Considera que las navajas sin filo desgarran la piel en lugar de deslizarse sobre ella, y si quieres evitar lesiones y presumir una barba impecable, reemplaza periódicamente los rastrillos, no los eternices hasta que estén viejos.
Con información de Claro y DirectoMx
