Por: Dulce García | cydnoticias.mx |
Niños y adultos hemos disfrutado alguna vez de alguna obra de teatro, programa de televisión o película, en la que el personaje principal haya sido un títere o marioneta; por lo que en este lunes cultural, nos dimos a la tarea de investigar ¿cómo surgieron?
Los títeres o marionetas tienen sus orígenes en la Edad Media cuando en sitios como mercados y plazas se hacían representaciones en las que participaban las “marionnettes à la planchette”, que fueron inventadas por músicos franceses del siglo XVI, y donde el músico movía las figuras sostenidas por un hilo poniéndolas a bailar o tocar algún instrumento musical.
Los títeres o marionetas son figuras de seres humanos, animales o seres fantásticos elaborados en todo tipo de materiales y dimensiones, que son manejados por una persona para hacer representaciones teatrales. Los títeres se caracterizan porque su movimiento depende de la mano del titiritero (la persona que lo acciona). Las marionetas están sujetas a hilos que el titiritero tiene que mover desde arriba.
Los titiriteros como se conoce a los artistas que dan vida a estas figuras, actuaban bajo el arte de la improvisación, para deleitar a su variado público, ya que esta forma de entretenimiento, era muy aclamada por todas las clases sociales, al realizar una crítica social.
A principios del siglo XIX, en la ciudad de Lyon, surgió “Guignol”, que representa lo que hoy conocemos como teatro guiñol. Laurent Mourguet, fue el creador de los personajes coloridos que usan el lenguaje lyonnais (francés de Lyon) y expresiones simpáticas para criticar la injusticia social.
La personalidad de Guignol es la de un joven obrero lionés, sonriente, amable, impulsivo y respetuoso y felizmente casado. Le gusta la fiesta y hace de la amistad su mejor estandarte.
En México, la tradición de los títeres llegó con la llegada de los religiosos europeos, que vieron en estos espectáculos la posibilidad de la evangelización.
En Tlaxcala se encuentra el Museo Nacional del Títere Roseta Aranda, en Huamantla. Algunos de los títeres son de una colección de los hermanos Rosete Aranda y forman parte del acervo cultural mexicano. Tal es el caso de “El vale coyote”, “La Parrasconcita” y “El pilluelo dinamita”.
Con información de Claro y DirectoMx.
