Protegen manglares y jaguares en Nayarit

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Desde hace quince años, la Unidad de Manejo Ambiental (UMA) La Papalota, en el municipio de Santiago Ixcuintla, Nayarit, ha sido ejemplo de conservación ambiental luego de que el dueño del predio, Ignacio Vallarta Chan, decidiera convertirlo en un área destinada al monitoreo, con fototrampas, de jaguares y otras especies, además de la reproducción de mangle, una especie difícil de cultivar en viveros.

El proyecto además de participar la familia Vallarta Paz, especialistas de Nayarit y de todo el mundo, llegan a este sitio de más de 368 hectáreas para realizar distintas investigaciones y actividades a favor del ambiente.

El 29 de julio, celebraron los 15 años de esta UMA, o área natural destinada voluntariamente para la conservación, que forma parte de Marismas Nacionales, una región de aproximadamente 133,854.39 hectáreas de manglar, compartida entre los municipios de Acaponeta, Rosamorada, Santiago Ixcuintla, Tecuala y Tuxpan.

Para celebrar, plantaron 500 retoños de mangle botoncillo (Conocarpus erectus), para restaurar la zona.

Sobre esto, Ignacio Vallarta Chan mencionó que en Nayarit no existían procesos específicos para reproducir mangle a partir de sus semillas y solamente se hacía a partir del trasplante de retoños pero la sobrevivencia era muy baja.

Sin embargo, en 2009, Nacho Vallarta, como es conocido, junto con expertos agrónomos, iniciaron investigaciones para lograr la reproducción del mangle en cuando menos 100 hectáreas de La Papalota, esto a partir de un certificado de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Así fue como iniciaron experimentos a partir del cultivo de semillas de mangle botoncillo —que necesita menos agua y menos sombra— bajo la técnica de hidroponía en agua dulce, dentro de un invernadero, con la finalidad de que al crecer las plantas pudieran sembradas y sobreviviera también en agua salobre.

“La semilla se recoge de las piñas de árboles adultos, cuando tienen un tono café pero no oscuro. La germinación de cada piña es baja, de tres por ciento, por eso recolectamos gran cantidad de semillas que se ponen en camas de sustrato y cuando los tallos tienen entre uno y dos centímetros, se colocan en bolsas hasta que alcancen medidas de hasta 30 centímetros para que sean plantadas”, explicó.

A las técnicas científicas, se aplican los conocimientos de lugareños, que en su mayoría se dedican a la agricultura y pesca, con el fin de involucrar a la comunidad para que también se puedan destinar programas ciudadanos de reforestación en sitios como Pancho Villa, del municipio de Rosamorada, donde se ha declarado un cementerio de manglar con más de cinco mil hectáreas muertas.

Ignacio Vallarta dijo que los servicios ambientales que prestan los manglares son varios, desde ser hábitat de distintas especies de animales, captadores de dióxido de carbono (CO2), también son barreras naturales contra huracanes, entre otras cosas.

Actualmente la familia Vallarta Chan lleva a cabo pláticas de sensibilización para conservar el medio ambiente, además de los diferentes proyectos que realizan en La Papalota, pero sobre todo, como su familia se ha convertido en estandarte de lo que puede lograr el esfuerzo comunitario.

La Papalota ha sido escenario de imágenes memorables sobre la reproducción de jaguares, sus costumbres, su relación con otros animales y con el mismo ser humano, que ha llevado a la comprensión de la necesidad de cuidarlos y evitar la cacería, con la finalidad de que se logre el equilibrio entre la vida humana cotidiana y la naturaleza.

Fuente: El Heraldo de México.