Por: Dulce García | cydnoticias.mx |
“El beso” es un acto universal que expresa amor y afecto, y constituye una antigua práctica que fusiona un instinto humano y la cultura. Un beso puede simbolizar desde un saludo amistoso, hasta amor y pasión en una relación de pareja; un acto que además ha sido representado en diversas obras de arte.
Estudios de antropología señalan que el beso apareció en los primates homínidos como una forma de manifestar cariño por parte de las madres hacia sus crías. La teoría señala que el beso fue generado por el impulso de succión de la infancia y la lactancia, y se le liga a la costumbre de oler de las comunidades primitivas y al canibalismo.
El primer registro de los besos data del año 2500 a.C., en la India, inmortalizado en los templos de Khajuraho.
Por su parte, en el año III d.C, se gestó el Kamasutra, un libro sagrado de Vatsyayana, en donde se incluyen referencias al beso como práctica sexual, e incluso, lo separa en categorías.
Asimismo, también el beso aparece en textos canónicos de la cultura occidental, como La Odisea, de Homero; con Ovidio que se refiere al beso como símbolo de amor o afecto; y también se registró el beso en la Biblia, en el Cantar de los Cantares.
Por otro lado, los celtas le otorgaban a los besos propiedades curativas; y durante la Edad Media en Italia, si un hombre besaba en público a una doncella debía contraer nupcias con ella, ya que era considerado como una ofensa mayor.
De acuerdo con Sheril Kirshenbaum, autora del libro “La ciencia del beso”, los seres humanos besamos a la gente por diferentes razones: porque es lo que nos resulta familiar, es una costumbre, porque lo vemos en las películas, aunque, parece que tenemos este impulso instintivo de simplemente hacerlo.
Con información de Claro y DirectoMx
