Por: Dulce García | cydnoticias.mx |
Tras la masacre perpetrada en San Miguel Totolapan a manos del crimen organizado, destaca que el pasado martes, el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza, denunció que en Guerrero, los alcaldes deben pagar a la delincuencia organizada “cierta cuota” del presupuesto que reciben los ayuntamientos.
El obispo emérito destacó que las autoridades estatales, encabezadas por la gobernadora Evelyn Salgado, no se quieren comprometer con la pacificación. Agregó que Guerrero está vendido por cuestiones políticas, por la cuestión electiva, por compromisos que los políticos tienen con los narcotraficantes.
De acuerdo con el obispo emérito, los grupos de la delincuencia que operan en las ocho regiones de la entidad también le cobran su parte a la ciudadanía, mediante el “impuesto negro” a la carne, la cerveza, el refresco, el pan, incluso a las minas.
Mientras esta situación es solapada con la política de “abrazos no balazos”, los asesinatos y secuestros van en aumento.
El obispo afirmó que el presidente Andrés Manuel López Obrador es indolente y ha dejado actuar a los delincuentes, a cambio de financiamiento para las campañas del partido Morena, aunque con esto, se ponga a sufrir a la sociedad.
Finalmente, el obispo se pronunció en contra de la militarización del país, de los privilegios que el comandante supremo de las fuerzas armadas ha otorgado al Ejército, por lo que teme que se dé un golpe de Estado.
Con información de: Claro y Directo Mx.
