El famoso creador de contenido Mr. Beast causó revuelo en redes sociales tras publicar un video donde aparece en zonas arqueológicas del sureste mexicano. Su presencia en sitios que, normalmente, están restringidos al público generó tal controversia que incluso la presidenta Sheinbaum abordó el tema durante su conferencia mañanera.
Frente a los cuestionamientos, la mandataria solicitó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que aclare si el acceso del youtuber fue autorizado legalmente y, de ser necesario, se apliquen sanciones.
“Vamos a averiguar exactamente, que informe, la información es que tenía permiso del INAH, y ya que el INAH diga bajo qué condiciones, y si se violó el permiso, qué sanciones corresponden”, dijo desde Palacio Nacional.
¿Qué fue lo que grabó Mr. Beast en México?
El video que desató el debate muestra a Mr. Beast explorando lugares emblemáticos como Chichén Itzá, Calakmul y Balamcanché.
Sin embargo, el INAH salió a desmentir varios de los momentos mostrados en el contenido, indicando que algunas escenas fueron exageradas o completamente ficticias.
Por ejemplo, se afirmó que el influencer usó un dron dentro de la pirámide de El Castillo, algo que el INAH negó rotundamente.
También descartaron que haya descendido en helicóptero o tenido acceso a objetos auténticos como una supuesta máscara prehispánica, que en realidad era una réplica decorativa.
¿Hubo permisos?
Sí. Según el INAH, la grabación sí contó con autorizaciones oficiales gestionadas por la Secretaría de Turismo federal y los gobiernos estatales de Campeche y Yucatán.
Las filmaciones se realizaron mayoritariamente en espacios abiertos al público, y en los casos especiales, como una estructura en Calakmul, se obtuvo el permiso específico con antelación.
Además, durante todo el proceso hubo supervisión de personal del instituto para garantizar que no se pusiera en riesgo el patrimonio cultural.
Posturas divididas
Aunque el INAH aseguró que todo se hizo conforme a las normas, la Secretaría de Cultura expresó su desacuerdo y, según El Universal, ya prepara una demanda contra Mr. Beast por la manera en que se presentaron los hechos en el video.
A pesar de los errores, el instituto admitió que materiales como estos pueden despertar el interés por la historia entre las audiencias más jóvenes, siempre y cuando se basen en información verificada.
Para Sheinbaum, la transparencia del INAH será clave para resolver esta polémica en la que Mr. Beast ha quedado bajo el ojo público.