Narco usa a mujeres para traficar droga dura hacia EU

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El crimen organizado ha convertido a las mujeres en frecuentes cargadoras (mulas) de drogas duras, pues en los últimos años la gran mayoría de las sentenciadas por delitos contra la salud llevaban metanfetaminas, fentanilo o cocaína, dejando a las traficantes de mariguana en un registro marginal. La ropa interior, los cosmetiqueros o el equipaje de niños fueron las fachadas para esconder las sustancias ilícitas.

Una investigación basada en la revisión de las sentencias de los jueces por narcóticos en el país dentro del Sistema Penal Acusatorio, revela que en los últimos cinco años cárteles como el Jalisco Nueva Generación o el de Sinaloa utilizaron a las mujeres para traficar miles de pastillas que llevaban escondidos en cremas de noche o zapatos de tacón.

Según el buscador de sentencias del Poder Judicial de la Federación, desde el primero de enero de 2019 a la fecha, han sido sentenciadas mil 182 mujeres por delitos federales relacionados con narcóticos. Al realizar un desagregado del tipo de drogas, se revela que en la mayoría de los casos las mujeres trasladaban las sustancias de un estado a otro, generalmente los que están en la frontera con Estados Unidos.

La revisión de los documentos muestra que en 872 sentencias el Poder Judicial detalló qué tipo de drogas estuvieron involucradas; en 692 casos se traficaron drogas duras: metanfetaminas (570), fentanilo (70) y cocaína (52), lo que representa el 79 por ciento de las sentencias. Esta clase de sustancias se puede transportar en espacios pequeños o escondidas en su ropa, dado que vienen en forma de pastillas. Solo el 12 por ciento (108 casos) de las procesadas llevaban mariguana.

Y es por esto que el género de quienes transporta cuenta y se hace presente: en las narraciones policiales puede leerse que fueron detenidas en retenes militares a bordo de sus vehículos o en camiones de pasajeros, usualmente acompañadas por niños u ocultando las sustancias en su ropa interior.

También se encontró que las mujeres también han incursionado en el tráfico de medicamentos controlados para adelgazar, como ciertas anfetaminas y el clobenzorex, anorexígeno que provoca sensación de saciedad y quita el hambre, y que han sido encontrados en menores cantidades junto a otras drogas que trafican los cárteles mexicanos.

El fentanilo entra en escena


Los partes policiales, escritos con faltas de ortografía y errores de dedo, reconstruyen cómo las mujeres han sido utilizadas para traficar la droga. Y algo de lo que transportan ha causado en Estados Unidos una epidemia sin precedentes: el fentanilo.

Actualmente, hay 70 mujeres sentenciadas por trasladar esa sustancia. Los casos que originaron su arresto o enjuiciamiento ocurrieron en Sonora, Baja California, Sinaloa y hasta en el Reclusorio Sur de la Ciudad de México. Los municipios fronterizos donde hay más casos de mujeres con sentencias a causa de ser mulas que llevan fentanilo, son Hermosillo con 26 casos y Mexicali con 21. Algunos partes policiales se leen así:

“La sentenciada poseyó con la finalidad de comercializar 287 pastillas que contenían fentanilo”, señalaba en su parte la policía de Sonora.
“A las 15:29 del 5 de octubre de 2022 la sentenciada poseyó, en la mochila que cargaba en su espalda 20 pastillas de clorhidrato de fentanilo, por la cantidad y la circunstancia se incautó en vía pública y se concluyó que era con fines de comercio”, dicen por su parte en Ensenada, Baja California. 
“La sentenciada llevaba en el interior de un vehículo una bolsa, misma que fue arrojada por ella a la parte de atrás”, cuentan otros policías en esta misma ciudad, el mismo año.
En Sonora abundan historias como esta: “A las 10:53 horas del 5 de agosto transportaba desde Los Mochis, Sinaloa hasta Navojoa, Sonora, 44 mil tabletas del estupefaciente denominado fentanilo. Se dictó sentencia condenatoria en su contra por el delito Contra la salud, en la modalidad de transporte del estupefaciente”.

Pero las historias también suelen empezar lejos de la frontera cuando se involucra fentanilo. Y suele haber detalles de flores, camas matrimoniales, niños. “Para entrar a esa habitación, había una cortina con flores verdes y lila, una recámara y al entrar, en la parte de enfrente una cama matrimonial”, así describieron los agentes de la Fiscalía General de la República a una casa “color rosa tenue”, en la Ciudad de México, donde una mujer fabricaba fentanilo.

Explican que en esa recámara había balas, pistolas, parrillas, luces, led, polvos, precursores químicos. La mujer estaba con un niño cuando llegó la policía. Era su hijo. Fue sentenciada a siete años de prisión por delitos contra la salud.

Droga dentro de sus cuerpos


Hay narraciones que evidencian por qué las mujeres se convirtieron en mulas perfectas para los narcos, que incluso utilizan sus cuerpos para transportar el fentanilo. “Aproximadamente a las 9:40 horas del 25 de septiembre de 2021 llevaba fentanilo envuelto en látex que llevaba consigo en su área vaginal”, describe un reporte.

Las historias se apilan en el Poder Judicial por tráfico de fentanilo, como la del 8 de agosto del 2020 cuando una mujer fue detenida en el puesto militar de seguridad estratégico El Centinela, ubicado en el kilómetro 41 de la carretera de Mexicali a Tijuana.

Otra mujer llevaba 7 mil pastillas de fentanilo fajados en la cintura, un área que no suelen revisar los militares a las mujeres. Fue acusada de delitos contra la salud, en la modalidad de transporte de fentanilo. Sufre una condena de seis años y ocho meses en prisión.

También hay casos donde las mujeres transportaban el fentanilo a bordo de autobuses de pasajeros. En junio de ese mismo año, en ese mismo retén en la autopista Centinela-Rumorosa, fue detenida otra que iba a bordo del autobús de pasajeros de la línea Tufesa. Había salido de la capital de Sinaloa con destino a Tijuana.

Llevaba 7 mil 500 pastillas escondidas en el brasier y las bragas, las cuales ajustó con cinta adhesiva gris.