Por: radio-mejor.com |
La mayoría de las oficinas tienen un horario de trabajo de ocho horas pero, ¿cuántas de esas horas realmente se supone que debamos estar trabajando? Le preguntamos a los expertos.
Si trabajas en una oficina, es muy probable que tu vida esté dividida en intervalos de 8 horas impuestos por una corporación: de 8 a 4, 9 a 5, o 10 a 6.
Trabajando desde casa esas horas tienden a extenderse, revisando mails a las 7, sentada frente al monitor entre los momentos en los que cuidas a tus hijos y haces tareas del hogar y respondiendo más emails antes de dormir.
Estas horas dictan nuestros horarios de sueño. Determinan cuándo tenemos tiempo libre para nuestra familia y qué tan seguido la vemos. El desayuno, comida y cena están arreglados en torno al tiempo que gastamos en el trabajo.
Pero mientras que es cierto que vives dentro de la jornada laboral durante esas ocho horas, probablemente no estés sentada frente a tu computadora trabajando todo el tiempo, aún si estás en la oficina. Tal vez tomas un café con tus compañeros de trabajo o haces una llamada personal. Y probablemente pasas al menos un poco de tiempo revisando TikTok o buscando cosas en Zara.
Eso no es sólo razonable, es innato, para los humanos, concentrarse en el trabajo cada minuto de un día de trabajo de 8 horas es ‘imposible’ dice Malissa Clark, una psicóloga de la Universidad de Georgia, cuyas investigaciones se enfocan en el bienestar de los empleados y la adicción al trabajo.
Pero, ¿cuántas horas deberíamos trabajar?, ¿qué están haciendo las otras personas?
En una encuesta del Reino Unido en el 2016; 1,989 trabajadores de tiempo completo reportaron trabajar un promedio de 2 horas y 53 minutos al día. Esa es sólo una encuesta. Pero hay mucha evidencia de que el trabajo de oficina no es tan productivo como pensamos. En el 2006, Gloria Mark, una investigadora de la Universidad Irvine de California, reunió información de teléfonos y computadoras y encontró que el promedio de tiempo que las personas pasaron trabajando continuamente en cada dispositivo fue 2 minutos y 11 segundos, menos que algunos videos de TikTok. Y en una encuesta de 1,000 trabajadores de oficina de Estados Unidos hecha en el 2018, 36% de los empleados Millennials y Gen-Z estimaron que pasaban dos horas al día distraídos por sus teléfonos.
Sea cual sea tu intención, ya sea que estés trabajando desde casa o junto a otros empleados, es realmente difícil trabajar constantemente. Las condiciones están en nuestra contra y nos han hecho sentir mal al respecto. Tiene que haber una mejor forma.
¿Por qué trabajamos ocho horas al día?
Si sabemos que la gente no se puede enfocar durante tanto tiempo, ¿por qué insistimos en que los trabajadores asistan al menos 8 horas? ‘La duración del día de trabajo no está basado en la ciencia, está basado en la dificultad’, dice Sarah Jaffe, autora de ‘Work Won’t Love You Back’. Ocho horas no es una figura que refleja por cuánto tiempo puede concentrarse un humano o el tiempo que se necesita para mantener la economía a flote. Está basado, comenta Jaffe, ‘en que los trabajadores de fábricas solían trabajar durante 14 horas y luego lucharon para bajarlo a 10 y luego volvieron a luchar hasta bajarlo a 8’.
En 1800, un día de 8 horas de trabajo era radical. Pero, ¿por qué se sigue aplicando casi 200 años después? Ya sabes lo que ha cambiado, tenemos herramientas que permiten que casi cualquier tipo de producción en casi cualquier industria sea más eficiente de lo que era. En el pasado, yo habría pasado horas en la biblioteca verificando la ortografía de los nombres en este artículo. Hoy, me tomó como 5 segundos.
El otro problema con un modelo de trabajo del siglo XIX es que fue diseñado para un tiempo en el que la mayoría de las mujeres eran amas de casa. ‘Esta semana de trabajo de 40 horas fue diseñada cuando todavía teníamos esta estructura en las familias en la que una persona era el trabajador y otra se quedaba en casa y cuidaba del rol familiar’, dice Clark.
Si alguna ve has tenido problemas para trabajar 40 horas a la semana y cocinar, limpiar y hacer otras tareas esta es la razón. 40 horas de trabajo es una expectativa razonable para alguien que tiene un trabajador de tiempo completo en casa.
¿Realmente qué tan productivos somos?
Dada la nueva tecnología, ¿mantener semanas largas de trabajo debería llevar a una productividad increíble, no? No necesariamente. ‘Hay una disminución de beneficios cuando llegas a cierto número de horas’, dice Melissa Nightingale, co-autora del próximo proyecto, ‘Unmanageable: Leadership Lessons From an Impossible Year’, mientras más horas pongas es como si la calidad del trabajo, cayera de una montaña.
Nightingale se refería a las personas que trabajan horas extremas. Pero muchos de nosotros, especialmente en tiempos económicos inciertos, intentamos ir más allá de esa referencia de 40 horas de trabajo. La ideología americana de trabajar duro para avanzar es comúnmente aceptada. Pero, ¿es sentido común? ‘Esta idea de trabajar para ser el mejor empleado, trabajar hasta más que eso para brillar y sobresalir del resto, creo que esa es una idea horrible’, dice Clark. ‘Inevitablemente te llevará a sentirte agotado’.
Tampoco está claro si los jefes pueden notar la diferencia. La investigadora Erin Reid entrevistó a más de 100 empleados, que se esperaba que trabajaran hasta 80 horas a la semana, en una firma de consultoría famosa. Encontró una tendencia: las mujeres frecuentemente pedían tiempo para encargarse de sus hijos y sus necesidades personales, lo cual impactó su crecimiento profesional. Los hombres tomaron tiempo libre similar, pero en lugar de pedir permiso simplemente trabajaban menos horas, pretendiendo trabajar durante 80 horas a la semana. Crucialmente, los jefes no sabían quienes estaban realmente trabajando 80 y quienes 50 o 60. Simplemente preferían trabajadores que aparentaban hacer 80 horas de trabajo.
Entonces, ¿qué se supone que hagamos en el trabajo?
Sin discutirlo y tal vez sin ni siquiera saberlo, los trabajadores de oficina americanos han aceptado trabajar tal vez la mitad o dos tercios de un día de trabajo. Posiblemente nos sentemos en nuestros escritorios por más de ocho horas, pero no estamos haciendo ocho horas de trabajo. Eso significa que horas de nuestra vida (cientos de horas al año) son gastadas haciendo una especie de ‘juego de apariencias’ simplemente para complacer a nuestros jefes.
Esto no puede ser un secreto, es precisamente la premisa de The Office. Pero realmente no hablamos de eso, tal vez porque trabajar duro es uno de nuestros valores. Nuestros ancestros puritanos creían que el trabajo duro era la llave a la salvación. En estos días, Jaffe dice, desde que necesidades como el acceso a la salud es conseguido por medio del trabajo en vez del gobierno, los empleados tienden a creer que el trabajo representa el valor total de una persona.
Parecer improductivo en América es visto como un pecado más grande que la crueldad o el desinterés por el otro. En una era de la cultura del trabajo, luchar por una semana de trabajo estándar de menos de 40 horas se siente casi herético. Pero si 8 horas no es necesariamente lo que los jefes esperan de los trabajadores (y definitivamente no es lo que la mayoría de las personas están haciendo) ¿que deberíamos estar haciendo? Le preguntamos a un experto del manejo del tiempo, a una psicóloga, un periodista de asuntos del trabajo y un jefe en la vida real.
Grace Marshall, ninja de la productividad, coach personal y autora del reciente: ‘Struggle: The Surprising Truth, Beauty, and Opportunity Hidden in Life’s Shttier Moments’
No estoy segura de que recomendaría un número de horas. Pero animaría a las personas a explorar: si no son ocho horas, ¿cómo podría verse para mí? ¿Cuál es el trabajo que necesito hacer? ¿Cuál es el impacto que necesito hacer? ¿Cuál sería la cantidad óptima de tiempo para hacer lo que tengo que hacer?
Podrías sorprenderte, si dejas de lado todas las cosas que te mantienen ocupado y llegas al resultado para el que estás contratado, podrías encontrar que no necesitas trabajar alrededor de 40 horas.
Hay una investigación interesante: como trabajadores, en términos de nuestra atención, sólo tenemos dos o tres horas de atención productiva cada día. Si empiezas con eso, entonces podrías construir tu tiempo alrededor de esas horas básicas y dejar de lado las cosas que no añaden valor. Yo le llamo navegar las olas de atención, tienes unas horas de base y todo lo demás encaja alrededor de ellas. De pronto piensas, tal vez podría trabajar un horario de seis o cuatro horas al día.
Malissa Clark, Ph.D., profesora de psicología industrial y organizacional en la Universidad de Georgia
Si fuéramos inteligentes al respecto y realmente escucháramos a los investigadores que han trabajado en eso e hiciéramos caso a la literatura sobre descanso y recuperación, no veo una razón por la que tengamos que estar casados con este horario de 9 a 5.
Pienso que tenemos que preguntar: ¿cuánto tiempo podemos trabajar en una tarea y estar completamente enfocados en ella? Y una vez que respondamos eso –digamos que es una media hora o 45 minutos en los que somos muy buenos manteniendo nuestra atención– entonces implementar actividades de descanso durante el día de trabajo entre esos periodos muy pesados de enfoque. Hay muchas investigaciones alrededor de la efectividad de los descansos durante el día de trabajo –esto puede ser tan simple cómo revisar Facebook o caminar. Desearía tener una respuesta perfecta, pero creo que si hiciéramos esto, podríamos ser igualmente efectivos en la mitad del tiempo.
Sarah Jaffe, autora de “Work Won’t Love You Back: How Devotion to Our Jobs Keeps Us Exploited, Exhausted, and Alone”
No creo que podamos encontrar una cantidad científica de horas que debamos trabajar. Siempre va a ser el producto de muchas presiones conflictivas.
Tú y tu jefe tienen intereses fundamentalmente diferentes, ellos quieren que trabajes lo más que puedas y seas tan productivo como sea posible. Tú no quieres hacer eso porque quieres vivir. Escribo sobre esto en el libro. Esta idea relativamente reciente de que ‘todos trabajamos porque nos encanta el trabajo’, en lugar de ‘todos trabajamos porque si no, no tendríamos que comer’, es usada para convencernos de quedarnos más tiempo en el trabajo.
La existencia de un horario de trabajo de ocho horas diarias fue un compromiso al que se llegó después de años y años de lucha. La pregunta hoy no va a ser respondida por la ciencia, pero por la lucha entre los empleados y sus jefes.
Melissa Nightingale, cofundadora de Raw Signal Group, coautora de ‘Unmanageable: Leadership Lessons From an Impossible Year’
El número de horas no es el componente que me interesa. Puedes agotar a alguien en 40 horas a la semana, puedes agotar a alguien en 4 horas a la semana. Si el jefe es realmente irrespetuoso, si la cultura es abusiva, si el clima es tóxico, el número de horas no es el factor esencial por el que las personas no quieren ir al trabajo los lunes, o por el que experimentan ese sentimiento de terror.
La mejor respuesta realmente depende de la claridad –¿Mi jefe tiene claro cómo se ve el éxito?, ¿cuál es el trabajo que nos están pidiendo hacer aquí?, ¿el trabajo es posible dados ciertos límites de tiempo? Muchas personas están realmente agotadas y en parte están agotadas porque se comprometieron a hacer trabajo que no es físicamente posible hacer durante el número de horas requeridas.
Las personas pueden trabajar 80 horas a la semana, pueden trabajar 100 horas a la semana, es simplemente que la calidad del trabajo disminuye.
No es sustentable. Hay repercusiones físicas. Es una de las herramientas que la gente busca cuando se está ahogando: ‘Si continúo trabajando después de que los niños se duerman’, ‘si trabajo toda la noche puedo ponerme al corriente de lo que tengo que hacer’. Frecuentemente lo que termina pasando es que el trabajo que hacemos cuando trabajamos toda la noche es trabajo que tenemos que volver a hacer. Una de las cosas que más me emocionan es que ahora mismo los empleados y sus jefes están renegociando sus condiciones ¿cómo se ve trabajar en una organización que está establecida para que sus trabajadores puedan ser exitosos?
Con información de Radio Mejor
